Bienvenidos a la ciudad de las contradicciones, de los interrogantes, de la belleza en la decadencia, de la alegría en la escasez, de los doctores en supervivencia e ingenieros del buen vivir. Aquí está la ciudad de las muchas esencias, donde descubrirás algunas cosas que no te ofrecerá ningún otro país del mundo. Bienvenidos a esta entrada para abrir boca de las varias que dedicaremos a esta ciudad, aquí os presentamos las Esencias de La Habana.
UNA CIUDAD ÚNICA
La Habana es una ciudad donde unos edificios desgastados se desmoronan, mientras otros se alzan renacidos en brillantes colores. Donde hordas de turistas escuchan salsa en directo en locales preciosos con mojitos a 5CUC, mientras en un humilde hogar cubano corre el ron barato en una fiesta de cumpleaños. Un lugar donde en una tienda de una marca deportiva por todos conocida, una camiseta cuesta 4 veces el sueldo mínimo en ese país. Donde coches con más de 60 años, lucen resplandecientes por sus calles como recién salidos del concesionario. La ciudad en la que a tu cartera le dará prácticamente lo mismo comer pollo que langosta. Donde si miras hacia arriba verás un relajante cielo azul con nubecitas blancas, mientras que si miras de frente verás un mar bravo azotando un malecón…
En nuestros días en La Habana, varias fueron las constantes que formaron parte fundamental de la experiencia. Aunque todas ellas, en mayor o menor medida, las seguimos viviendo en el resto de lugares por los que viajamos en Cuba, su capital fue el inicio de nuestro viaje y, por lo tanto, donde comenzamos a sumergirnos en su manera de ser:
Los coches
La noche que llegamos a La Habana, lo primero que nos impactó de camino a la casa donde nos alojábamos, fue la estampa de los coches antiguos, a cada cual más alucinante, que nos íbamos cruzando por el camino. Este disfrute con el paisaje automovilístico se repitió durante todo nuestro viaje por Cuba, aunque La Habana es el punto donde más alucinamos con ellos. Entre nuestras actividades esos días, varias veces hicimos la de sentarnos en un sitio un rato, simplemente a ver los coches pasar. Hay que decir que se nota también la irrupción de los coches modernos, ya que en los últimos años ha aumentado notablemente su número en el país. Pero los “almendrones” (como llaman en Cuba a los coches antiguos), siguen dominando el paisaje. Nosotros, además, un día surcamos la ciudad en uno de ellos al atardecer, y fue un momento inolvidable…
Las calles
Pasear por sus calles es otra de las cosas que más disfrutamos de La Habana. Sobre todo, perdernos más allá de las zonas arregladas del centro. Observar esos edificios destartalados en los que veíamos imágenes curiosísimas. Fijarnos en cómo algunas casas lucen perfectamente reparadas entre las demás. Echar reojos al interior de esos hogares con sus puertas y ventanas abiertas de par en par. Ver a la gente comprando en esas tiendas de estanterías medio vacías. Habaneros pasando la vida en la calle. Ninguna visión tenía desperdicio.
La música
Ella es otra de las constantes en la vida de la ciudad. Sale de las casas, de los locales, la tocan en la calle, suena en los taxis, se escucha y se baila. Para nosotros que no somos aficionados a la salsa, este encuentro con ella de esta forma tan intensa nos conquistó del todo. Se nos pegaba irremediablemente el buen rollo, el ritmillo al caminar, era un gustazo descubrir la ciudad con esa banda sonora de fondo.
La gente
Los habaneros son gente tranquila y simpática en general. Realmente el estrés que inunda todo en nuestra sociedad, allí apenas existe. La gente no va con prisa, y tiene un semblante relajado y alegre. Su tranquilidad en ciertos momentos resultó chocante para nosotros, acostumbrados a la inmediatez y al rigor de las cosas, pero te acostumbras. Los esquemas cuadriculados no van para nada con ellos. Además les gusta mucho disfrutar de su tiempo, hacen mucha vida en la calle, y son muy familiares.
Un porcentaje alto de la gente con la que tratarás estará relacionada con el sector turístico, no pierdas la oportunidad de conversar con ellos. Los taxistas son un gremio especialmente conversador, y a muchos de ellos les encanta hablar de política con extranjeros. Si te alojas en una casa particular, también es una oportunidad de tener conversaciones interesantes. Con quienes hay que tener un poco de cuidado es con los “jineteros”, son chicos que van a comisión colando servicios o vendiendo artículos a los turistas, muchos de ellos unos auténticos profesionales del engaño. Nosotros no tuvimos ninguna mala experiencia, pero hemos oído historias de todo tipo. Es cuestión de no entablar diálogo con ellos y la verdad es que no son insistentes, con un “no gracias” no hace falta más.
Pinturas de colores
Otra de las cualidades de la ciudad es su viveza de color. Además de los coches, las fachadas renovadas y el marco azul de su cielo y mar, es el arte, sobre todo la pintura, otro de los elementos que te encuentras en cada esquina. Las tiendas de artesanía y objetos de arte abundan en el centro, en todas ellas verás lienzos de colores vivos llenando las puertas y paredes. También son numerosos los puestos en la calle vendiendo dibujos y pinturas.
La Revolución
Con sus personajes y su historia, la Revolución forma también parte importante del paisaje de La Habana. No hay 50 metros de calle en la que no apareciese ante nuestros ojos una cara del Che en forma de grafiti, postal o camiseta. No hay librería en la que los títulos sobre la Revolución no dominen el escaparate. Y todas las frases de cabecera pronunciadas por sus protagonistas se te presentan en cualquier forma y lugar. Además, la casi ausencia de publicidad comercial en el paisaje, hace que toda esta propaganda destaque mucho más y forme parte muy importante del escenario del viaje.
Y para terminar, os dejamos un vídeo que recoge algunos de los momentos que vivimos en esta seductora ciudad:
Pilar
con solo leer vuestro relato, ver las fotos y el video, tengo muchisimas ganas de conocer Cuba!
me encanta el blog!
Carretera y Alas
Muchas gracias Pilar 🙂 Si tienes oportunidad de conocerla, no te la pierdas!
Rosa
Que pasada
Ya quiero irrr
Esperando que ns contéis más cositas
Un besooo
Carretera y Alas
Gracias Rosa ;-), esta semana subiremos otra entrada sobre La Habana. Un besoo
Ruth
Excelente trabajo de Carretera y Alas, a destacar los consejos, vuestras impresiones. Y qué luz y color tan increíble tienen las fotografías!!
Carretera y Alas
Guau…¡Muchas gracias Ruth! Tus palabras nos dan mucha energía para seguir compartiendo. Un abrazo 🙂
Juanvi
Increíble !!! Muy buen comienzo, me encantan las fotos y sobre todo el vídeo, me he quedado con ganas de ver más, espero pronto vuestros siguientes post
Carretera y Alas
¡Muchas gracias Juanvi! Pronto publicaremos más cosas sobre La Habana y otros temas que esperamos que te gusten mucho 😀
Jabi
Geuk be gure dogu zeuekaz bidaiatu ?
Carretera y Alas
Ba zeuek nahi dozuienean!!?
javi
Todo se ve tan bonito y tan bien explicado en vuestro blog… Mil gracias…
Por favor, algunas preguntillas…¿Es seguro pasearse por las ciudades? ¿Y conducir, lo recomendáis? ¿cuántos días recomendáis para la Habana (sin museos, que a nosotros lo que nos gusta es patear la ciudad y ver la vida)?
Carretera y Alas
Hola Javi! Muchas gracias por comentar, nos alegramos mucho de que te gusten nuestros posts 😀
¿Es seguro? Sí, a nosotros nos pareció muy seguro. Es cierto que no andábamos muy tarde de noche por la calle, pero por lo que nos contaban es más el peligro de que te quieran timar o liar con algo que otra cosa.
Sobre conducir, nosotros sólamente alquilamos moto en algunos sitios en los que estuvimos y nos fue muy bien. Conocimos turistas que estaban moviéndose en coche por el país y decían que de noche era un poco peligroso: las carreteras son bastante malas en general, con muchos baches y falta de mantenimiento, y de noche había gente que iba sin luces, o se encontraban carros de caballos, etc.
Para La Habana, 2 días completos está bien, 3 genial para saborearlo con tranquilidad.
Que disfrutes mucho de tu viaje por allí, para cualquier duda aquí estamos!