Por fin dimos con el día perfecto para conocer el Monumento Natural de Monte Santiago (Burgos), y su mirador desde el que contemplar el Salto del Nervión (Álava). Un precioso paseo por la naturaleza, y la visión de un enorme anfiteatro natural de roca caliza nos esperaban. Así que nos plantamos las zapatillas y nos pusimos en marcha.
A este parque natural se puede acceder desde 2 localidades, Berberana (Burgos) y Orduña (Vizcaya). Nosotros llegamos desde Orduña, desde donde fuimos adentrándonos poco a poco en este espectacular paisaje. Una vez iniciamos el ascenso al puerto de Orduña, cada tramo nos iba mostrando pequeñas pinceladas de lo que nos esperaba. En cada curva, en cada mirador, encontramos un motivo para contemplar, y nosotros no nos resistimos a parar un par de veces a hacer fotos.
Llegamos a la entrada principal del parque, junto a la cual hay una amplia zona de aparcamiento. También hay un espacio arbolado con mesas de merendero.
Dentro del parque el aparcamiento es limitado, pero existen 2 zonas para ello (está prohibido estacionar fuera de estos espacios).
Por lo tanto, podéis plantear la visita de 2 maneras, dependiendo del tiempo que tengáis o de lo que os guste andar:
- Si tenéis más tiempo y sois amantes del senderismo, podéis dejar el coche en esta entrada y disfrutar del parque desde aquí. A lo largo del recorrido comienzan distintas rutas. Elegid las que más os encaje.
- Entre la entrada y la Casa del Parque hay dos aparcamientos más para coches. La distancia entre el acceso y el primer aparcamiento ronda los dos kilómetros.
Os dejamos un enlace a la web del parque de Monte Santiago, donde podréis elegir vuestra ruta dependiendo del plan que tengáis. También hay varios puntos con paneles con mapas explicativos de todas las sendas a la entrada y dentro del parque. Para los senderistas más experimentados, también hay rutas más largas que empiezan desde puntos más alejados del parque.
Empezamos la ruta…
Desde la entrada principal, comenzamos nuestro recorrido por un paisaje abierto, de tipo estepario, con una combinación de colores de otoño muy fotogénica.
A continuación vamos adentrándonos en la zona de hayedos, una visión de cuento en la que nos rodea una densa vegetación, los colores típicos de la época fría nos sorprenden con su paleta más espléndida. Aquí encontramos un pequeño aparcamiento y el inicio de algunas de las rutas.
Nosotros continuamos por el camino principal hasta la Casa del Parque, ya que nuestro plan era realizar la ruta por la Senda del Mirador del Salto del Nervión.
Es interesante darse una vuelta alrededor de la Casa del Parque. Justo detrás se baja al manantial de la Fuente de Santiago. Solo lleva 5 minutos recorrer este lugar, pero sus tonos y el sonido del agua que fluye desde interior de la tierra ofrecen un rato relajante.
Ya comenzamos nuestro camino hacia el mirador, y durante el recorrido no podíamos dejar de asombrarnos con el hayedo que estábamos atravesando. Este camino está perfectamente acondicionado para todos los públicos.
Ese día fuimos acompañados por Rocky, el perro de la familia, que disfrutó muchísimo también del paseo.
A mitad de camino nos encontramos con un panel informativo sobre las antiguas loberas de las que quedan restos en el parque. También unas esculturas de 2 hombres persiguiendo a un lobo representando cómo se realizaba antiguamente la captura de este animal.
Una vez dejado atrás este punto, el paisaje cambia radicalmente. El denso bosque da paso a una llanura desde donde se puede ver a lo lejos el mirador.
Una vez en el mirador la vista es impactante: nos encontrábamos sobre un abismo de roca, no apto para sufridores de vértigo. Nos quedamos alucinados mirando un buen rato ese portento de la naturaleza, y eso que fuimos con la cascada del Salto del Nervión seca. Esta cascada en épocas de fuertes lluvias y deshielo produce el salto de agua más alto de toda la península Ibérica, de 222 metros.
Continuamos la ruta y pasamos por otros dos miradores más desde donde observamos otras perspectivas del paisaje.
Para volver seguimos otro camino distinto, la Senda del Hayedo, que termina en la Casa del Parque. Aquí tuvimos una experiencia aún más genuina, ya que caminamos a través del bosque por su suelo natural convertido en una alfombra de hojas secas. Por esta senda había que caminar con un poco de cuidado ya que el terreno era irregular y estaba húmedo, pero la autenticidad del momento lo compensaba. Las hojas caídas cubren el camino y nos hacen dudar, pero gracias a las continuas señales de que dispone el parque terminamos nuestra ruta sin problemas.
Paramos en un merendero junto a la Casa del Parque a reponer fuerzas.
De aquí caminamos de vuelta al coche entusiasmados con lo que habíamos visto, y con la promesa de volver pronto para no perdernos estas vistas con la cascada de agua en todo su esplendor. Y por supuesto, también lo compartiremos con vosotr@s 😉 .
Os dejamos un vídeo con algunos momentos de nuestra salida al Monte Santiago y las vistas del Salto del Nervión:
Carmen
Impresionante, será una pasada en primavera,… Gracias por estas aportaciones.
Carretera y Alas
¡Muchas gracias Carmen! Seguiremos intentando sorprenderte 😉
Josune
Me ha gustado mucho, lo bien que está documentado y escrito, las fotografías expectaciones. Me gusta vuestro blog, pienso ir a conocer ese enclave de la naturaleza.
Carretera y Alas
Muchas gracias por tus palabras. Esperamos que disfrutes tanto como nosotros de este lugar cuando lo conozcas 🙂
A.Bardeci
Me gustaría conocerlo pero vivo lejos de ahí, algún día lo intentaré.
Mi padre era de Valpuesta así que no pierdo la esperanza y si puedo será en honor a mi padre.
Las vistas espectaculares y el vídeo muy instructivo
Carretera y Alas
¡Muchas gracias por tu comentario! Si tienes la oportunidad no dejes de ir, a nosotros nos gustó mucho y tenemos ganas de probar otras rutas por allí, y sobre todo de verlo con la caída de agua 🙂